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¿Desde qué edad es importante establecer normas para lograr una crianza adecuada?

Es importante establecer rutinas, hábitos y normas para una crianza adecuada, de esta forma, desde el nacimiento de los bebés, los padres iniciamos con la implementación de rutinas, entendidas estas, como acciones realizadas de manera repetitiva, un ejemplo de ello, son los horarios de sueño y alimentación, las actividades que tienen que ver con el aseo personal, entre otras; estas labores sencillas pero que requieren planeación y de mucha dedicación por parte de los padres y cuidadores, son necesarias para poder implementar una acertada crianza, que debe estar llena de amor, paciencia  y responsabilidad, y que a futuro, acorde con la edad, generarán  una serie de hábitos y normas establecidas, que se originan en el hogar, pero que también se verán reflejadas en su formación  integral como personas, desde el punto de vista de la autonomía,  la autoestima,  la disposición, la motivación  y  la disciplina, para  afrontar los retos que nos trae la vida diaria.

En mi experiencia profesional y como padre, les puedo manifestar, que los niños que reciben de parte de su entorno familiar, pautas sanas de crianza, acompañadas de un buen ejemplo, sobresalen positivamente en todos los escenarios de vida posibles.

¿Podríamos hablar de una forma de crianza estándar que funcione para todas las familias y para todos los niños?

Considero que una crianza estándar, no es posible; aunque existen normas básicas que son acogidas desde el punto de vista social, cultural y religioso,  no se puede establecer un modelo de crianza con patrones únicos que funcione para todas las familias o para todos los niños, ya que somos en esencia diferentes y estamos marcados por aspectos singulares, que definen nuestra personalidad; por tal motivo, mi posición profesional, es que la crianza  debe estar basada en el respeto, en todos los aspectos, pero dentro de la comprensión de las diferencias entre familias, y niños.

¿De qué se trata la crianza o disciplina positiva?

la UNICEF lo define la crianza o disciplina positiva, como: “… el conjunto de prácticas de cuidado, protección, formación y guía que ayudan al desarrollo, bienestar y crecimiento saludable y armonioso de las niñas, niños y adolescentes,..”.

Las pautas que sigue la crianza, o disciplina positiva son las relativas a que nuestro actuar como padres o cuidadores debe estar basado en la coherencia, en el amor, en el respeto mutuo, en la amabilidad, en la con comprensión, propiciar lazos de confianza, en la utilización de lenguajes apropiados, pero manteniendo siempre la firmeza y el buen ejemplo, para fomentar una sana relación entre padres e hijos; donde se erradica de manera tajante cualquier tipo de castigo o sanción violenta.

Ahora bien, la crianza o disciplina positiva no es la única que existe, hay varios tipos de crianzas, la definida como la tradicional, la autoritaria, la permisiva, la democrática entre muchas otras, sin embargo, sin detenerme a analizar o polemizar sobre los tipos de crianza, soy de los que piensa, que debemos utilizar el sentido común y volvernos más prácticos;  mi invitación es a hacer más sencilla la gran responsabilidad que tenemos los padres y cuidadores, partiendo del hecho de educarnos a nosotros mismos, ya que debemos ser conscientes, de que no somos perfectos y que tenemos derecho a replantear nuestra actitud, cuantas veces sea necesario, para impactar la vida de nuestros niños, niñas y adolescentes, de manera positiva, fomentándoles la confianza, la autoestima, la empatía, la capacidad resolutiva y de autocrítica, y además enseñándoles a gestionar sus emociones, todo ello, bajo unos límites que son previamente establecidos por cada familia.

¿Son necesarios los “No”, los castigos, las agresiones físicas para una buena crianza?

Para dar respuesta a la pregunta en su mismo orden, debo manifestar, que esta demostrado, que la buena o sana crianza, implica en ocasiones de valernos de los “No”, ya que nuestros hijos requieren límites, y esto implica, escuchar negativas, pero estas deben ser argumentadas de manera juiciosa, para que se logre el cometido de educar.

Debemos crear un vínculo con nuestros hijos basado en el respeto, en el amor y la comprensión, para establecer una relación armoniosa; los métodos de disciplina basados en reglas claras y consistentes, que de no cumplirsen, generan consecuencias dentro de la esfera del respeto, es allí, donde se abre ese espacio mágico para dialogar y reflexionar con amabilidad, y generar aprendizajes que mejoren los comportamientos.

A los niños se les debe corregir cuando realicen conductas inadecuadas, no hacerlo de manera oportuna, puede afectar en forma negativa su personalidad, y su entorno familiar y social.

Por ejemplo, un “No” argumentado, a la petición de un hijo, para que le compre un juguete costoso y de poca utilidad, puede ser una enseñanza para futuras decisiones del menor; soy de la firme creencia, de que los niños, deben ser educados con algo de austeridad, para que ellos mismos se exijan desarrollar cualidades como el ahorro, la imaginación, la planeación, y la capacidad de lucha; además les puede ayudar a valorar y cuidar las cosas materiales o inmateriales que tienen en su entorno.

Por ningún motivo, los niños deben recibir castigos basados en agresiones físicas o psicológicas, los estudios científicos demuestran que ello conlleva a problemas de salud mental, menor desarrollo cognitivo, agresividad, entre otros. 

Hemos visto que las formas de criar a los hijos han evolucionado con el paso de los tiempos?

Efectivamente, la forma de crianza de nuestros hijos ha evolucionado positivamente con el paso del tiempo, históricamente, cada época ha marcado la forma en que se asume el rol de ser padres.

Quisiera traer a colación una frase de la psicóloga española, la Dra Alicia Muñoz Silva, que define de manera acertada la crianza con el paso del tiempo:  “…. la familia y la crianza se articulan a la novedad de las transformaciones y nuevas condiciones, las cuales coexisten y configuran realidades con elementos mixtos que traen las brechas generacionales…..”;  así pues,, las familias siempre se adaptan a las circunstancias que les exige su entorno, pero sin perder su esencia formativa, sorteando los retos que nos impone la modernidad.

Una sociedad educada tiende a mejorar sus comportamientos, la evidencia científica ha demostrado, que hemos mejorado las técnicas, las herramientas y las formas con las cuales educamos y criamos a nuestros hijos.

Es por esto, que las personas que trabajamos en el tema de la educación y crianza, tenemos una responsabilidad muy grande, de estar siempre a la vanguardia, para orientar con pautas y recomendaciones, en mi caso, a los padres, para formar niños, niñas y jóvenes integrales. 

Puede influir una buena crianza en la salud física y mental de los hijos?

Claro que sí, una crianza sana, llena de valores y de buen ejemplo, tiene una influencia positiva en la creación de unas condiciones óptimas de salud mental, emocional y física de los niños, niñas y adolescentes.

La implementación de rutinas adecuadas por los padres y responsables de los niños, procura establecer hábitos saludables en los menores, que de conservarse en ellos durante su adolescencia y su vida adulta, los puede llevar a tener una mejor calidad de vida y evitar enfermedades físicas o psicológicas que puedan afectar su desarrollo.

La época que estamos viviendo y la sociedad actual, generan grandes retos para todos los actores que intervenimos en el proceso de criar y cuidar a los niños, por tal razón, debemos capacitarnos en forma constante, para poder mejorar sus condiciones y acompañarlos en su crecimiento tanto físico como psíquico y así poder ayudarles a comprender y a abordar de la mejor manera, las dificultades a las que se ven enfrentados en la vida cotidiana.

  • Una adecuada crianza debe ser una carga pesada para los padres?

De ninguna manera, por el contrario, a pesar de que la crianza es una responsabilidad que despierta toda clase de sentimientos por parte de los padres y cuidadores, esta debe ser placentera, llena de amor y comprensión; donde los padres tengan un proceso de aprendizaje y crecimiento desde las situaciones y circunstancias del día a día; pero sin desconocer, que no es nada fácil.

Es innegable que pueden existir edades y retos mas complejos durante este recorrido, pero lo más importante es que el amor por los hijos lo vale todo.

La función de educar y criar a los hijos no debe tomarse como una carga, sino como un regalo y una oportunidad, ya que este proceso, por difícil que parezca, da sentido a nuestro existir.

  • Qué tan cierto es que el ejemplo es el primer paso para una adecuada crianza de los hijos?

Es totalmente cierto, el ejemplo es la base de la crianza, “…. los padres debemos ser coherentes, constantes, tener criterio, dar buen ejemplo. Educar en la libertad, en la responsabilidad y en la autonomía, marcando normas y límites”. Así lo señala el psicólogo Javier Urra, en su decálogo para educar de una manera coherente y emocionalmente inteligente.

Los hijos son el retrato de lo que observan en sus hogares; podemos enseñarles a través del ejemplo, desde hábitos de higiene, modales, formas de comunicarnos, hasta valores y principios; en este orden, si nuestros hijos nos ven lavarnos los dientes, hacer deporte, alimentarnos en forma saludable, leer, tratar a las personas de manera respetuosa, realizar actos de honestidad, por citar solo unos ejemplos, ellos lo verán normal y actuarán por imitación.

Podría darnos desde su formación algunos “tips” de crianza para los niños de hoy?

Claro que sí, demuéstrale amor y cariño a tu hijo, él te necesita, necesita de tu apoyo y paciencia para aprender.

Presta atención a cada detalle, escucha y aprende a conocer a tu hijo : sus inquietudes, sus capacidades, sus intereses, ten en cuenta que estas cambian con cada edad.

No compares a tu hijo con otras personas, él es único.

Se deben establecer normas y límites claros, ya que estos van a ser la base de la crianza y la estructura fundamental de la disciplina en todos los escenarios en donde se encuentre el niño durante su vida.

No uses la violencia física ni psicológica, la agresión para enseñar, el gritar, amenazar, chantajear y humillar a los niños, no tiene efectos beneficiosos en la crianza de tus hijos.

Crea lazos de comunicación verbal y no verbal, ten en cuenta sus emociones, miedos y frustraciones, fomentaras su sentido de pertenencia y crearas en él, relaciones de confianza y amor.

Debes trabajar en potenciar su autonomía, ya que así fomentaras su autoconfianza y su autoestima.

Los padres no debemos ser amigos de los hijos, ya que se pierde el referente de conducta y hábitos en ellos, creando una falsa confianza.

Recuerda que el ejemplo enseña, trata de ser el espejo en el que quieres que él se vea, no tratando de ser un ser perfecto, pero si actúa con honestidad, amabilidad, respeto y empatía, esta será la mejor herencia que tu hijo puede recibir de parte de sus padres.

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