Recomendaciones acerca de la prudencia a la hora de visitar a un bebé:
- Horario.
Es deber de los padres fijar límites para las visitas.
No se debe interrumpir el tiempo en el que come el bebé, ni se le debe despertar si está dormido.
Los fines de semana son los días más propicios, sin embargo, esos son los días con el mayor número de personas, por lo cual las visitas deben ser anunciadas y cortas.
- Higiene
Lavarse las manos y desinfectarse, antes de acercarse al bebé.
No es conveniente besar al bebe y mucho menos con labial.
- Quienes fuman deben mantenerse alejados.
El humo puede ser extremadamente peligroso para los bebés. debilita sus pulmones, los hace más propensos a infecciones de oído y duplica el riesgo de muerte súbita del bebé.
Los fumadores deberían ponerse ropa limpia, que no han usado mientras fuman, deben lavarse las manos, la cara, su boca, especialmente después de fumar.
Tampoco hay que ponerse perfume ese día, ya que los bebés, al ser tan pequeños, están muy sensibles a los estímulos y necesitan reconocer el olor de sus padres para sentir seguridad.
- Anuncie su visita.
Es mejor llamar, consultar qué tan cómodos se sienten los padres para recibir personas en el hogar e indagar cuáles son los horarios más adecuados para ir a conocer al recién nacido, de esta forma los padres estarán preparados.
No se debe subestimar el recurso de mandar un mensaje de felicitación a los padres en lugar de llamar, de esta forma ellos responderán cuando consideren oportuno, porque lo primero es atender al bebé y a la madre.
Si tiene niños pequeños, preste atención a su comportamiento, no permita que tomen muchos objetos ni que hagan mucho ruido; explíqueles la importancia de mantener la compostura para que el bebé permanezca tranquilo.
El visitante no debe estar más de 20 o 30 minutos en la habitación, es tiempo más que suficiente para dar las felicitaciones respectivas, conocer al bebé y saber el estado en el que se encuentran todos.
Tradicionalmente son los padres los que atienden la visita con el fin de que la madre se encargue del bebé y de su propio descanso, además, los bebés comen muy a menudo y necesitan que se les cambie el pañal muchas veces, pasados los primeros días, habrá tiempo para compartir en familia o volver a hacer una visita.
Se debe evitar ir en grupos muy grandes, no solo por el nivel de ruido que suelen hacer varias personas reunidas, sino también porque requieren más atención, lo ideal es ir en parejas.
- Lactancia.
La lactancia materna puede parecer un proceso natural, pero para muchas mamás no es así, y al principio puede ser complicado o doloroso.
Mientras que el bebé se está alimentando, es recomendable dejar a la mamá tranquila, nada de estar mirando a ver qué tal succiona el niño, ni dando consejos, lo ideal es que la madre pueda aislarse del entorno y tener intimidad, ya que las visitas no pueden retrasar los tiempos de lactancia, esto puede llevar a derivar en mastitis o lactancia dolorosa por congestión en los pechos.
- Es mejor esperar para visitar al recién nacido.
No importa que tan grande sea la emoción por el nacimiento de un nuevo integrante de la familia, hay que dar tiempo y espacio antes de conocerlo, el bebé lleva aproximadamente nueve meses dentro del cuerpo de la mamá, por lo tanto, sus primeras horas en el mundo exterior pueden resultar un poco caóticas.
Las primeras doce horas son el momento más sensitivo para el bebé, particularmente en cuanto al oído y el olfato, por lo que es importante el contacto y la intimidad con la madre.
Los pediatras recomendamos no hacer visitas al menos durante las primeras 24 horas posteriores al nacimiento del bebé, este tiempo es también en consideración con la madre que acaba de terminar el parto y es muy posible que se sienta agotada.
- Otros consejos.
No se debe llegar contando todo lo que se sabe sobre la maternidad y los primeros días tras el parto, abrumar a la madre con consejos puede estresarla en lugar de ayudarla.
Cuando una mujer acaba de dar a luz, tiene las hormonas alteradas y cualquier comentario puede alterarla.
Aunque los ramos de flores y de frutas son un lindo detalle, también hay que ser conscientes de que ocupan mucho espacio, tanto en las habitaciones de la clínica como en el hogar, dependiendo de la confianza que se tenga con los padres se les puede preguntar si necesitan algo específico.
Si tienen otro hijo, lo más aconsejable es llevar un regalo también para él o ella, de esta forma el niño no se sentirá desplazado.
Debido a los nuevos deberes adquiridos, muchos padres olvidan alimentarse bien durante los primeros días, enviarles comida puede ser de gran ayuda.
- Estado de salud.
Renuncie a conocer al bebé, si se encuentra resfriado o tiene algún síntoma como tos, mucosidad o dolor de garganta, el bebé tiene pocas defensas y debemos cuidarlo.
Si el bebé tiene alguna condición médica, no hay espacio para las visitas, ni siquiera para los abuelos o tíos.
Hay que ser prudentes con el espacio de recuperación del pequeño, es recomendable tener siempre disponible jabón antibacterial.
Las visitas se deben realizar en la sala, para evitar que varias personas ingresen al dormitorio.
-No es recomendable que los extraños se sienten o acuesten en la cuna del bebé, aunque sean niños.
- Comportamiento.
Una de las cosas que más disgusta a un recién nacido y a sus padres, es que lo carguen personas diferentes a ellos, y que lo vayan pasando de mano en mano como si fuera un juguete; antes de cargarlo, pregúntele a los padres si están a gusto con este tema, pida indicaciones sobre cómo lo debe sostener y procure que sea por poco tiempo.
Evite estar más pendiente de su celular y active la opción de silencio para prevenir que lo llamen y que el sonido asuste al recién nacido.